UNIDAD 3

"LA MODERNIZACION DEL ESTADO MEXICANO"
 
COMPETENCIA:Asume una actitud de analisis y reflexion respecto ala concluccion de la historia como unn reto generacional.
 
 
3.1 Orden y Progreso (Porfiriato)
3.1.1 Caracteristicas Economicas , Politocas y Sociales
3.1.2 Crisis de la Dictadura
 
3.2 Revolucion Mexicana
3.2.1 Antecedentes
3.2.2 Modernismo
3.2.3 Zapatismo y Villismo
3.2.4 Constitucionalismo
3.2.5 Gobierno pos-Revolucionario ( Obregon , Calles , Cardenas)


 
BIOGRAFIA
Sebastián Lerdo de Tejada
(Jalapa, México, 1827 - Nueva York, 1889) Político mexicano que fue presidente de la República entre 1872 y 1876. Recibió las órdenes menores, pero renunció al sacerdocio para dedicarse a la abogacía. Sirvió como fiscal en la Suprema Corte (1855) y fue ministro de Relaciones Exteriores con el presidente Ignacio Comonfort del 5 de junio al 16 de septiembre de 1857.


Sebastián Lerdo de Tejada

Elegido para el Congreso de la Unión, lo presidió en tres ocasiones. El 31 de mayo de 1863, cuando el gobierno republicano abandonó la capital, se unió a Benito Juárez y fue nombrado ministro de Relaciones, Gobernación y Justicia, el 12 de septiembre, en San Luis Potosí.

Luchó junto al presidente Benito Juárez contra la invasión francesa de México. Cuando triunfó la República, llegó a ser, de manera simultánea, ministro de Relaciones Exteriores y de Gobernación, presidente de la Suprema Corte y diputado. En 1871 se opuso a la reelección de Juárez y abandonó el Partido Liberal para constituir su propia agrupación política, el Partido Lerdista. Reelecto Juárez, fue nombrado presidente de la Suprema Corte de Justicia y, tras la muerte de Juárez, pasó por imperativo legal a presidir el país entre 1872 y 1876.

Lerdo continuó el proceso de cambio iniciado con las leyes de Reforma de Juárez, cuya aplicación se había visto interrumpida por la intervención francesa. Como nuevo presidente, elevó estas leyes a la categoría de constitucionales. Su gestión económica no fue demasiado afortunada y se atrajo la oposición de los católicos en el episodio conocido como la revuelta cristera.

En 1876, cuando había sido reelegido, el general Porfirio Díaz se pronunció contra la reelección de Lerdo para un nuevo período, promulgó el plan de Tuxtepec y derrotó a sus fuerzas en la batalla de Tecoac (16 de noviembre). Lerdo hubo de exiliarse a Estados Unidos, donde pasó el resto de su vida.
 
 

JOSÉ MARÍA IGLESIAS (1823-1891) PDFImprimirE-mail

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J
urista y político nacido en la Ciudad de México. A los 12 años ingresó al Colegio de San Gregorio. Diez años después se graduó como abogado y alcanzó a impartir clases de física y de derecho. En 1846, es nombrado regidor del Ayuntamiento de México y desde entonces miembro del Partido Liberal. En 1847, antes de la invasión norteamericana a nuestro país, recorrió diversos lugares de la República Mexicana para por fin radicar en Querétaro. Por medio de artículos periodísticos expresa su firme oposición a los Tratados de Guadalupe, firmados en 1848.



JOSÉ MARÍA IGLESIAS (1823-1891)
JOSÉ MARÍA IGLESIAS
(1823-1891)
Participó como uno de los autores de la obra Apuntes para la historia de la guerra entre México y Estados Unidos, coordinada por Guillermo Prieto y publicada en Querétaro en 1848. Durante tres años fue redactor en jefe del periódico El Siglo Diez y Nueve, de Ignacio Cumplido, y luego fue colaborador.
Se desempeñó además, de 1849 a 1853, como funcionario de la Junta de Crédito, y fue destituido por Ignacio Aguilar y Marocho –ministro de Gobernación en la última etapa de Santa Anna– como represalia a su participación en los Apuntes antes mencionados. Al triunfo del Plan de Ayutla, Guillermo Prieto le dio un cargo en el Ministerio de Hacienda, que desempeñó con los ministros Ignacio Comonfort y Miguel Lerdo de Tejada. Este último le confió el cabildeo de la Ley de Amortización de los Bienes Eclesiásticos del 25 de junio de 1856.
El presidente Comonfort le nombró en 1857 ministro de Justicia, Negocios Eclesiásticos e Instrucción Pública. Le correspondió la expedición de la Ley sobre Obvenciones Parroquiales del 11 de abril de 1857, la Ley de Sucesiones por Testamento e Intestados, la Ley de Procedimientos Judiciales en los Tribunales y Juzgados del Distrito y Territorios y la observancia de los artículos de la Ley del 23 de noviembre de 1855, relativos a la supresión de los fueros eclesiásticos y militares.
De mayo a septiembre de 1857 se encargó del Ministerio de Hacienda. Fue electo magistrado de la Suprema Corte de Justicia. Durante la guerra de Reforma se mantuvo alejado de la política, aunque escribe artículos de prensa en defensa de la causa liberal. Al entrar a la Ciudad de México el 25 de diciembre de 1860, el general José González Ortega le nombró administrador general de rentas, en lo que después se convertiría en la Aduana de México.
De 1862 a 1866 escribió Revistas Históricas sobre la Intervención Francesa, sugeridas por Manuel Doblado al ocupar éste el Ministerio de Relaciones Exteriores. En la segunda mitad del año de 1863 acompañó al presidente Juárez en su recorrido por la República Mexicana. Fue nombrado visitador de la Administración de Rentas de la capital del estado de San Luis Potosí, luego ministro de Justicia y de Hacienda. Entre sus principales acciones figuró la creación de una Administración de Bienes Nacionalizados y la Ley del 12 de agosto de 1867 que fijó las reglas de la denuncia, adjudicación, redención o cobro de los bienes de la Iglesia. Los últimos años de su vida vivió en California, Nueva Orleáns y Nueva York, donde escribió La cuestión presidencial de 1876. Murió en la Ciudad de México en octubre de 1877.
 
 

Benito Juárez, 1806-1872Biografía de don Benito Juárez

México, 1806-1872

Artehistoria.com

15 de julio de 1867


Juárez García, Benito
Nacionalidad: México
S. Pablo de Guelatao, Oaxaca 21-3-1806 - Ciudad de México 1872

Nacido en San Pablo de Guelatao, Oaxaca, en 1806, era hijo de zapotecas. A los tres años fallecieron su padres, Marcelino Juárez y Brígida García, quedando al cuidado de sus abuelos paternos junto con sus hermanas María Josefa y Rosa. Su hermana menor, recién nacida, María Longinos, pasará a vivir con su tía Cecilia García. Tras fallecer sus abuelos se trasladó a vivir con su tío Bernardino Juárez, quien parece que se emborrachaba habitualmente y se dedicaba al pastoreo de ovejas. Fue en este ambiente donde Juárez aprendió el laboreo y las tareas campesinas, si bien su tío le enseñó a leer y el idioma castellano, que consideraba esencial para prosperar económica y socialmente. Dos hechos se entrecruzan en su decisión de establecerse en Oaxaca. Uno es la necesidad de completar su formación y otro es un descuido en la realización de sus labores, lo que le hizo temer el castigo de su tío. Así, con doce años, se escapa de casa y se establece con su hermana María Josefa, cocinera en la casa de la familia Maza. Durante esta etapa, gracias a su hermana y a la propia familia Maza, consigue incrementar sus estudios y vive unos años de estabilidad. Aprendió también un oficio en el taller del encuadernador Antonio Salanueva, lo que permite también aprender mediante la lectura de autores como Feijóo o Plutarco. Con todo este bagaje puede ingresar en el seminario, como alumno externo, el 18 de octubre de 1821, el mismo año en que México declara su independencia. En 1834 obtiene su licenciatura en Derecho y ya tiene encaminada su carrera política, tras ser en los dos años anteriores diputado por Oaxaca. En 1846 ya es miembro del Congreso, siendo entre 1847 y 1852 gobernador de Oaxaca. El régimen dictatorial iniciado un año más tarde le condena al destierro en La Habana, volviendo dos años más tarde para ocuparse del Ministerio de Justicia. Desde su puesto emprendió una profunda labor legislativa con dos líneas principales: la reforma agraria y la sumisión del ejército y la Iglesia al gobierno civil. Su cuerpo legislativo se plasmó en la Constitución liberal moderada de 1857. Un golpe de estado dirigido por Ignacio Comonfort hizo a Juárez ser encarcelado, inició una guerra civil y llevó a la presidencia del ejecutivo al conservador Félix Zuloaga. Más tarde, Juárez logró formar un gobierno constitucional en Guanajuato y, algo después, en Guadalajara. Perseguido, hubo de exiliarse en Panamá, volviendo a México en mayo de 1858 y estableciéndose en Veracruz. Su gobierno fue reconocido al año siguiente por los Estados Unidos, iniciando entonces todo el proceso político conocido como la Reforma. Su programa suponía una radicalización de la Constitución de 1857, al incluir la nacionalización de los bienes eclesiásticos, la eliminación de las órdenes monásticas, la creación de un registro civil y la separación de la Iglesia y el estado. La victoria de San Miguel Calpulalpan en 1860 dio el triunfo definitivo al gobierno constitucional de Juárez, si bien la suspensión del pago de la deuda externa, decretada por Juárez, tensó hasta un clima pre-bélico las relaciones con Francia, Gran Bretaña y España. El convenio de la Soledad apaciguó los ánimos de españoles y británicos, si bien Francia se decidió a intervenir militarmente. En 1864, ocupada la Ciudad de México, los invasores proclamaron al archiduque Maximiliano de Austria como emperador de México. La situación bélica obligó a Juárez a extender sus poderes presidenciales para contrarrestar la ofensiva francesa. Así, el triunfal sitio de Querétaro (1867) acabó con el fusilamiento de Maximiliano el 19 de junio de el Cerro de Campanas. Reelegido presidente, su mandato conoció innumerables problemas. El primero de ellos era el bandolerismo y la lucha armada revolucionaria, que amenazaba la estabilidad del régimen. No menos importante era la oposición de grupos reaccionarios, opuestos a la constitución. Acusaciones de corrupción y fraude en las elecciones minaron la confianza popular en el gobierno de Juárez, rematada con su intento de alcanzar mayores cotas de poder para estabilizar al país. La contestación popular cundió incluso entre sus propias filas, dando como resultado la deserción de Porfirio Díaz, militar destacado en la lucha contra Maximiliano, y de Lerdo de Tejada, quien fundó su propio partido. Algunos pronunciamientos, como los de Treviño y Naranjo, hubieron de ser sofocados y minaron las ya de por sí escasa fuerzas personales y políticas de Juárez. La presión de Porfirio Díaz sobre Juárez, al que acusaba de dictador, acabó en una revuelta cuya propuesta principal era impedir la reelección de los presidentes de la República. Tras reprimir este último levantamiento, el 18 de junio de 1872 falleció Benito Juárez de un ataque al corazón, dolencia que sufría desde tiempo antes.
 


 

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